El mercado de comercio electrónico en Perú está experimentando cambios significativos con la consolidación de plataformas chinas como Temu, Shein y AliExpress, que han escalado posiciones en el ranking de marketplaces más visitados. Falabella sigue siendo líder, pero su predominio se enfrenta a una competencia creciente.
Según Helmut Cáceda, presidente de la Cámara Peruana de Comercio Electrónico (CAPECE), la accesibilidad de precios y la facilidad de navegación han sido claves para el éxito de estas plataformas. Además, su modelo de negocio transfronterizo se beneficia de la normativa “de minimis”, que exime de impuestos de importación a productos de menos de $200.
El auge de estas plataformas refleja una transformación en los hábitos de compra del consumidor peruano, que prioriza precios bajos sobre tiempos de entrega rápidos. La demanda no solo se limita a compras personales: Alibaba, por ejemplo, opera en el modelo B2B para abastecer negocios locales.
Las cifras respaldan este fenómeno: se estima que estas plataformas gestionan alrededor de 100.000 envíos diarios, un número cuatro veces superior al promedio de los operadores logísticos tradicionales en el país.
En este contexto, sectores históricos como Gamarra enfrentan el reto de adaptarse a la digitalización. La transformación del comercio no es una tendencia futura, sino una realidad presente. Con un crecimiento del 21.2% entre 2023 y 2024, el e-commerce alcanzó un volumen de ventas de aproximadamente $15.600 millones, con Lima concentrando el 70% de las transacciones.
La expansión del comercio digital en Perú plantea desafíos logísticos, pero también oportunidades. La evolución del mercado obliga a los actores tradicionales a redefinir sus estrategias para competir en un entorno cada vez más globalizado.