Uruguay se posiciona como un referente en la expansión del comercio electrónico en Latinoamérica, con cifras que reflejan un crecimiento acelerado y una transformación en los hábitos de consumo. Según la Cámara de la Economía Digital del Uruguay (CEDU), el país ha ingresado al top 10 mundial en ventas digitales, consolidando un ecosistema cada vez más dinámico.
Durante 2024, las ventas en plataformas digitales alcanzaron 1.570 millones de dólares, lo que representa un incremento del 38% en términos nominales y 32% en términos reales respecto al año anterior. Este crecimiento ha llevado al e-commerce a representar el 2% del PIB y el 3,1% del consumo privado del país.
El 67% de los uruguayos realizó compras en línea en lo que va de 2025, reflejando la adopción masiva del comercio digital. Además, el 30% de los consumidores ha comprado con mayor frecuencia, mientras que el número de personas que nunca han adquirido productos por internet ha disminuido, especialmente en grupos de mayor edad.
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Las principales razones detrás del auge del comercio electrónico en Uruguay son la comodidad (27%), la practicidad (21%) y los precios más competitivos (19%). Aunque el mercado local ha ganado protagonismo, el 57% de los compradores también ha recurrido a plataformas internacionales, lo que plantea un desafío para las empresas uruguayas en términos de retención de clientes y competitividad.
Las tarjetas de crédito dominan el comercio digital, representando el 74% de las transacciones, seguidas por tarjetas de débito y billeteras electrónicas. En 2024, se registraron más de 55 millones de operaciones online, consolidando el dinamismo del sector.
A pesar del fuerte crecimiento, el e-commerce en Uruguay aún tiene margen para expandirse, especialmente entre los adultos mayores. La mejora en infraestructura logística, ciberseguridad y servicios de última milla será clave para fortalecer el ecosistema digital.
Uruguay se afianza como líder regional en comercio electrónico, impulsado por la confianza de los consumidores, la innovación tecnológica y un mercado cada vez más profesionalizado. El reto será mantener este ritmo de crecimiento y garantizar que la experiencia de compra siga evolucionando en línea con las nuevas demandas del consumidor digital.