La inteligencia artificial (IA) ha dejado de ser una promesa tecnológica para convertirse en un motor real de transformación en las cadenas de suministro peruanas. Su impacto va más allá de la automatización: está modificando la forma en que las empresas toman decisiones, diseñan estrategias y reorganizan sus estructuras operativas.
En un entorno logístico fragmentado, la IA actúa como integrador de procesos, conectando eslabones dispersos en ecosistemas más ágiles y resilientes. Esta evolución permite que el talento humano se enfoque en tareas estratégicas, mientras las plataformas inteligentes asumen funciones repetitivas con mayor precisión.
Según Cognitiva, el mercado peruano de software para gestión de la cadena de suministro alcanzó los US$ 46.8 millones en 2025, con una proyección de crecimiento anual del 12.3 % hasta 2030. Este dinamismo refleja una apuesta empresarial por soluciones que optimizan compras, logística e inventarios.
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La empresa Suplos, especializada en abastecimiento, ha demostrado que la IA puede traducirse en resultados concretos: reducción de costos operativos en 12 %, disminución del tiempo de análisis en 60 % y cumplimiento contractual superior al 92 %. Su CEO, Oscar Serquis, recomienda avanzar con soluciones modulares que permitan automatizar gradualmente sin necesidad de reemplazar sistemas completos.
Uno de los aportes más relevantes de la IA está en el área de compras, donde el análisis predictivo permite anticiparse a la demanda, evitar quiebres de stock y reducir sobrecostos. Además, facilita la validación automática de proveedores, el monitoreo en tiempo real y la detección temprana de riesgos logísticos.
Las plataformas más avanzadas ya integran funcionalidades como scoring predictivo, extracción inteligente de datos con OCR, generación automática de reportes, asistentes de búsqueda en lenguaje natural y análisis legal de contratos. Estas herramientas elevan la precisión y velocidad en cada decisión.
El sector transporte también se beneficia. Con IA, las empresas pueden optimizar rutas, controlar el consumo de combustible y aplicar mantenimiento predictivo, en un mercado que alcanzó los US$ 8.85 mil millones en 2025, según Mordor Intelligence.
La automatización no elimina empleos, los transforma. Las funciones operativas dan paso a perfiles estratégicos centrados en innovación, análisis y toma de decisiones. Las empresas que adopten IA no solo mejorarán su rentabilidad, sino también el desarrollo profesional de sus equipos.
En un mercado cada vez más dinámico, la ventaja competitiva ya no se mide solo por costos, sino por capacidad de adaptación. La IA representa una oportunidad para cerrar brechas operativas y construir redes inteligentes capaces de responder con eficacia a los desafíos globales.
El reto inmediato está en superar la resistencia cultural, invertir en talento digital y avanzar en la integración tecnológica. Las compañías que actúen hoy estarán mejor posicionadas para liderar el mañana.