En el vertiginoso crecimiento del e-commerce, existe un factor que determina la experiencia del consumidor y la competitividad de las empresas, pero que rara vez se le presta la importancia debida: la cadena de frío. Este sistema, encargado de conservar productos sensibles a la temperatura durante su transporte y almacenamiento, se ha convertido en un pilar estratégico para el futuro del comercio electrónico en Perú y América Latina.
Ismael Rivero, Account Manager Región Sur de Thermo King, explica que la cadena de frío para e-commerce en Perú está en una fase de desarrollo y expansión. Si bien se han logrado avances importantes, aún hay desafíos en infraestructura, tecnología, regulación y capacitación.
Sectores en transformación
El impacto de la cadena de frío es evidente en varios sectores. El principal es el alimentario, donde la calidad y seguridad son fundamentales. Las tecnologías de refrigeración y monitoreo han reducido pérdidas, extendido la vida útil de los productos y fortalecido la confianza de los consumidores.
En el caso del sector farmacéutico, la pandemia aceleró una transformación histórica. La distribución masiva de vacunas obligó a desplegar infraestructura refrigerada y sistemas de monitoreo en tiempo real. “La pandemia impulsó la adopción de tecnologías de trazabilidad y cumplimiento riguroso de normativas. Hoy, la cadena de frío es un pilar para garantizar la eficacia de los medicamentos y el acceso a tratamientos en línea”, afirma Rivero.
El mercado de la belleza y los cosméticos también marca tendencia. Cada vez más consumidores buscan productos naturales que necesitan refrigeración. Por ejemplo, Brasil ya ha establecido regulaciones similares a las de los medicamentos para garantizar su transporte seguro. Para Rivero, es una señal de lo que vendrá: “Este mercado está en expansión, impulsado por consumidores que demandan productos naturales y de alta calidad que requieren condiciones específicas de almacenamiento”.

Obstáculos que frenan el crecimiento
A pesar de los avances, Perú enfrenta retos estructurales. La falta de infraestructura es uno de los más graves. Si bien en Lima se ha incrementado el número de almacenes refrigerados, en zonas rurales la oferta sigue siendo escasa. Lo mismo ocurre con la flota de transporte: ha crecido, pero continúa siendo insuficiente para atender la demanda de un e-commerce en expansión.
Asimismo, la diversidad geográfica y climática del Perú representa un gran desafío. Nuestro país es vulnerable a fenómenos como El Niño, que provoca inundaciones y deslizamientos de tierra, afectando la infraestructura de transporte y almacenamiento.
El desafío de la última milla
La congestión vehicular retrasa las entregas en las grandes urbes, mientras que en las zonas rurales la precariedad de las carreteras eleva los costos. Estos problemas se intensifican en la última milla, donde mantener la temperatura adecuada, superar limitaciones de acceso y cumplir con regulaciones sanitarias se vuelve un verdadero desafío.
El cumplimiento normativo y la correcta gestión de devoluciones añaden complejidad. La solución, asegura Rivero, pasa por la innovación e invertir en digitalización, monitoreo en tiempo real y capacitación especializada.
La tecnología como aliada
La buena noticia es que la innovación tecnológica ya está ofreciendo respuestas. El uso de IoT, sensores, telemática y monitoreo remoto permite controlar en tiempo real la temperatura y condiciones de los equipos, lo que mejora la eficiencia operativa y la trazabilidad. Estos avances se complementan con accesorios de seguridad como sensores de combustible o interruptores de puerta, que refuerzan la trazabilidad.
La tendencia no se detiene ahí. La próxima década promete una revolución con inteligencia artificial, robotización en almacenes refrigerados, blockchain para trazabilidad y energías limpias. “Thermo King ya trabaja en estas líneas de innovación, que sin duda transformarán la cadena de frío en beneficio del medioambiente, la eficiencia y la seguridad de los productos”, adelanta el ejecutivo.
La regulación es otro de los pilares de este ecosistema. Normas estrictas en materia de inocuidad, calidad y transporte de productos sensibles no solo exigen inversiones en refrigeración y monitoreo, sino que también fortalecen la confianza de los consumidores. Sin normativas y estándares robustos, la seguridad de medicamentos, alimentos y cosméticos estaría en riesgo.
Sostenibilidad y eficiencia energética
Otro tema ineludible es el impacto ambiental. El transporte refrigerado tradicionalmente ha sido intensivo en consumo de combustible, pero la innovación busca revertir esa huella.
“En Thermo King trabajamos con la meta de reducir hasta un gigatón de emisiones para 2030”, señala Rivero. El modelo Advancer A500, unidad de refrigeración, capaz de operar en modo diésel y eléctrico, permite un ahorro de hasta 30% en combustible. “Este tipo de soluciones híbridas y eléctricas no solo reducen el impacto ambiental, sino que también generan ahorros operativos para los transportistas”, añade.
Perú frente al mundo
Si bien la región y el Perú han avanzado, aún hay distancia respecto a mercados más maduros como Estados Unidos y Europa donde la infraestructura es más robusta y las regulaciones están armonizadas entre países.
Latinoamérica aún enfrenta limitaciones en infraestructura, regulación y acceso a tecnología de última generación, explica Rivero. Sin embargo, es optimista: “Con inversión sostenida y adaptación de buenas prácticas internacionales, la región puede cerrar esta brecha en los próximos años”.
Entre esas mejores prácticas se encuentran la capacitación constante de operadores y conductores, la implementación de monitoreo en tiempo real y el alineamiento con estándares internacionales.
Un futuro marcado por la innovación
El panorama hacia los próximos diez años es prometedor. La cadena de frío no solo será un elemento logístico, sino un diferenciador competitivo para empresas de e-commerce. La adopción de inteligencia artificial, blockchain y energías limpias permitirá responder a consumidores cada vez más exigentes, al tiempo que se avanza hacia un modelo más sostenible.
Con casi todos los sectores económicos demandando mayor control de temperatura y trazabilidad, la cadena de frío se perfila como el verdadero motor silencioso del e-commerce. Y aunque en Perú aún queda camino por recorrer, las bases ya están sentadas para que la innovación tecnológica y la colaboración público-privada conviertan a la región en un referente global.