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La industria de casinos y apuestas online en América Latina ha dejado de ser una actividad marginal para convertirse en un fenómeno económico de gran escala. Impulsada por la expansión del acceso a internet, la digitalización acelerada y una demanda creciente de entretenimiento virtual, esta transformación está redefiniendo el panorama económico y legal de la región.
Según proyecciones de Americas Gaming Association, el mercado total de juegos de azar —presenciales y digitales— alcanzará los 37 mil millones de dólares en 2025, con expectativas de superar los 43 mil millones en 2029. Esta evolución plantea retos urgentes para los gobiernos, que buscan equilibrar crecimiento económico con regulación efectiva.
Durante años, el juego online operó en un terreno gris, con plataformas extranjeras ofreciendo servicios sin supervisión local. La pandemia aceleró la migración digital y obligó a los Estados a responder. Colombia, Perú, Argentina y Brasil han avanzado hacia marcos regulatorios robustos, mientras que Chile y República Dominicana están en proceso de formalización.
Brasil, por ejemplo, ha integrado el sistema de pagos instantáneos Pix, que procesa más de 7.5 mil millones de transacciones mensuales, facilitando el acceso a plataformas de apuestas. Además, tecnologías como la inteligencia artificial y la realidad aumentada están revolucionando la experiencia del usuario, desde la personalización hasta la detección de fraudes.
El mapa regulatorio latinoamericano es complejo y fragmentado:
En el caso dominicano, a pesar de contar con leyes actualizadas, la Dirección de Casinos y Juegos de Azar ha otorgado solo tres licencias online hasta 2024, frente a 87 licencias físicas que generan cerca de 187 millones de dólares anuales en impuestos. El mercado digital, estimado entre 120 y 150 millones de dólares, está dominado por operadores internacionales, debido a la lentitud burocrática y al bloqueo de plataformas extranjeras, incluso aquellas con licencias reconocidas como las de Malta o Reino Unido.
El segmento online está creciendo a ritmo acelerado. Según H2 Gambling Capital, los ingresos brutos del juego digital en la región alcanzarán los 13 mil millones de dólares en 2030, con una tasa de crecimiento anual del 10.4 %. Las proyecciones para 2028 destacan el liderazgo de Brasil (9 mil millones), seguido por México (5 mil millones), Argentina (3 mil millones), Colombia (2.2 mil millones), Chile (1.4 mil millones) y Perú (1.3 mil millones).
El tráfico web de febrero de 2025 muestra el dominio de plataformas como SportyBet (111.79 millones de visitas mensuales), Stake.com (107.46 millones), Caliente.mx (71.50 millones) y Bet365 (63.13 millones). En mercados regulados como Colombia, los operadores locales —Rushbet, Betplay, Wplay, Codere y Zamba— concentran cerca del 90 % del volumen de apuestas, evidenciando el impacto positivo de una regulación clara.
Latinoamérica se posiciona como uno de los mercados de juego online más dinámicos del mundo. No obstante, su sostenibilidad dependerá de la capacidad de los gobiernos para armonizar innovación tecnológica con fiscalización efectiva, crecimiento económico con protección al consumidor, y libertad de mercado con responsabilidad social.
Esta publicación fue modificada por última vez el agosto 20, 2025 4:16 am