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Un reciente estudio de Mastercard revela que, si bien el interés por adoptar pasarelas de pago es alto, las barreras estructurales y la dependencia del efectivo siguen frenando a un sector clave para la economía nacional. Las empresas que ya dieron el salto reportan un impacto mayoritariamente positivo.
Las pequeñas y medianas empresas (pymes), consideradas el motor de la economía peruana al generar más del 40% del empleo, enfrentan una encrucijada digital con consecuencias directas en su rentabilidad. Un contundente 75% de las pymes que no aceptan pagos digitales- esdecir, tres de cada cuatro— afirma haber perdido clientes precisamente por no ofrecer esta alternativa, según revela el informe “SME Digital Payments Study”, elaborado por Mastercard y Many Minds Group.
El estudio subraya una paradoja: a pesar que 67% de los negocios no digitalizados muestra un claro interés en incorporar estas herramientas, aún persisten obstáculos significativos. Giovanna Dagnino, gerente de Soluciones para Pymes de Mastercard, sostiene que “la baja digitalización, la falta de infraestructura tecnológica y el desconocimiento de los beneficios siguen siendo barreras relevantes, especialmente fuera de Lima”. Esta situación, además, expone a los negocios a los riesgos y limitaciones del manejo exclusivo de efectivo.
En contraste, las pymes que ya han adoptado soluciones de pago digital experimentan beneficios tangibles. Un abrumador 91% de ellas confirma que estas herramientas han tenido un impacto positivo y significativo en su desarrollo.
La adopción de pagos electrónicos no solo se traduce en no perder ventas, sino en una mejora integral del negocio. Entre los principales beneficios reportados por los empresarios destacan:
Además, estas herramientas se convierten en un catalizador para el crecimiento. Un 76% de los encuestados afirma que facilitan el acceso a créditos, mientras que un 83% las asocia con una mayor capacidad para llegar a nuevos mercados, convirtiendo la formalización digital en un puente hacia la expansión.
A la hora de seleccionar una pasarela de pago, el precio no es el factor más importante. La decisión se basa, primordialmente, en la confianza y la seguridad. Según el informe, los criterios más valorados son:
“La confianza se construye a través de la capacidad del proveedor para manejar diferentes tipos de pago, ofrecer estabilidad en las operaciones y un soporte efectivo. Los pagos digitales deben ser seguros y confiables”, explica la especialista.
Pese al avance, el ecosistema digital aún enfrenta el dominio del efectivo, que representa el 82% de las transacciones en el país. La informalidad económica y el acceso limitado a servicios financieros complejos dificultan una transición más acelerada.
No obstante, el estudio posiciona a Perú en el “top 3 de Latinoamérica” en cuanto al nivel de conocimiento sobre estas herramientas, aunque persistan desafíos como la conectividad a redes y la necesidad de soluciones más personalizadas.
“Es necesario que los proveedores diseñen soluciones más adecuadas a las necesidades reales del negocio. Se requiere más divulgación, acompañamiento y simplicidad en el acceso para que más pymes puedan beneficiarse y, con ello, fortalecer la economía nacional”, finaliza Dagnino.
Esta publicación fue modificada por última vez el julio 4, 2025 1:29 pm