Powerpay impulsa el acceso al crédito con el modelo ‘compra ahora y paga después’

En un contexto donde el acceso al crédito tradicional aún presenta barreras, Powerpay, una empresa respaldada por los grupos BBVA y Breca, consolida en Perú el modelo “Compra ahora, paga después” (Buy Now, Pay Later o BNPL), con miras a ampliar el financiamiento al consumo desde los puntos de venta.

A dos años de su lanzamiento, la fintech ha evolucionado de ofrecer este servicio exclusivamente a tarjetahabientes de crédito, a habilitarlo ahora también para usuarios con tarjeta de débito y trayectoria financiera comprobada. Esta decisión responde a la búsqueda de mayor penetración en un país donde existen más de 44 millones de tarjetas de débito, pero apenas 8 millones de crédito.

“Esperamos que el 10% de nuestra cartera a fin de año provenga de clientes que hoy no tienen una solución de financiamiento en el punto de venta”, indicó su CEO, Juan Fernando Villena.

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Powerpay opera en más de 300 comercios entre retailers, agencias de viajes, clínicas y centros educativos. El 66% de las transacciones ocurren online, aunque el ticket promedio es más alto en puntos de venta físicos (alrededor de S/ 1.000). En ambos canales, los usuarios pueden acceder a líneas de crédito inmediatas de hasta S/ 20.000.

El perfil mayoritario de sus 75.000 usuarios activos corresponde a jóvenes menores de 35 años residentes en la periferia limeña. Villena considera que este grupo demanda inmediatez y soluciones ágiles, por lo que el BNPL representa una vía atractiva de consumo financiado.

Powerpay ofrece financiamiento con tasas de interés que oscilan entre el 50% y 60%, similares a las del crédito de consumo convencional. Según la empresa, los niveles de morosidad se mantienen bajo control gracias a una evaluación crediticia que contempla el endeudamiento actual del solicitante.

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De cara a 2025, la meta es ambiciosa: triplicar el volumen de créditos colocados, alcanzar los 500 comercios afiliados, y proyectar el ingreso a marketplaces internacionales y terminales de punto de venta en el país. La rentabilidad y el equilibrio financiero se prevén para 2028.