El neobanco mantiene una licencia restringida obtenida en 2024 mientras las autoridades evalúan su capacidad para gestionar su rápida expansión internacional.
El proceso para que Revolut obtenga una licencia bancaria completa en el Reino Unido ha quedado en suspenso debido a las inquietudes de los reguladores sobre la solidez de sus mecanismos de control de riesgos frente al veloz crecimiento global de la compañía, según informó el Financial Times. La autorización plena permitiría al banco digital entrar en el negocio crediticio británico y aprovechar los depósitos de sus clientes.
La fintech con sede en Londres —considerada la startup más valiosa de Europa— consiguió una licencia bancaria provisional en julio de 2024, tras varios años de negociaciones con los supervisores. Sin embargo, la entidad todavía se encuentra bajo el régimen de “fase de movilización”, que impone límites operativos mientras refuerza sus sistemas internos. Según fuentes citadas por el diario, el Banco de Inglaterra ha pedido a Revolut comprometerse a fortalecer su infraestructura de gestión de riesgos antes de avanzar hacia una autorización definitiva.

Durante esta etapa, la división bancaria de la compañía solo puede mantener depósitos de hasta 50.000 libras esterlinas.
La Autoridad de Regulación Prudencial (PRA), que supervisa al sector bancario británico, examina actualmente los controles internos de Revolut tanto en el Reino Unido como en sus filiales internacionales. De acuerdo con el FT, el regulador teme que aprobar una licencia completa podría generar un efecto dominó, impulsando solicitudes similares en otros países.
En un evento reciente para inaugurar su nueva sede en Canary Wharf, Revolut adelantó su plan de expandirse a 30 nuevos mercados antes de 2030, con el objetivo de alcanzar los 100 millones de clientes a nivel global.
Ni Revolut ni el Banco de Inglaterra ofrecieron comentarios adicionales sobre el proceso. En un comunicado emitido en julio, la empresa había señalado que se encontraba en las etapas finales de la movilización, calificando el proceso como “el más grande y complejo jamás emprendido en el Reino Unido” y subrayando que una revisión minuciosa era preferible a acelerar los plazos.
Su cofundador y director ejecutivo, Nik Storonsky, reiteró en septiembre que obtener la licencia bancaria británica sigue siendo su prioridad principal, ya que permitiría transferir clientes a la nueva entidad y ofrecerles productos de crédito. Los directivos confían en recibir la aprobación definitiva antes de fin de año.