La llegada de la pandemia del COVID-19 impulsó a que las compañías implementaran el trabajo remoto para mantener su funcionalidad. Luego de dos años y con las medidas de restricciones menos estrictas, un estudio realizado por la consultora Dench asegura que el 67 % de los trabajadores peruanos prefieren la modalidad Home Office.
Entre los datos presentados por la consultora, en los que se evidencia que dos tercios de los peruanos prefieren trabajar más días en casa, también se destaca que solo un 33 % de los trabajadores encuestados prefiere retornar totalmente a un trabajo físico.
Asimismo, se conoció que un 37 % de los participantes desearía tener un “trabajo libre” en donde el empleado decide libremente si desea asistir a su lugar de trabajo o laborar desde su hogar sin ningún tipo de imposición.
Otro 37 % de los consultados siente mayor deseo por un trabajo que englobe ambas modalidades, en donde 3 días sea obligatorio asistir a la oficina, mientras que los otros 2 días se pueda trabajar desde casa, frente al 26 % restante que prefiere por un trabajo 100 % remoto conocido como teletrabajo.
“Este fenómeno es como un ‘replanteamiento de prioridades’. En especial para los colaboradores de las nuevas generaciones, quienes tienen como aliado a la tecnología y que buscan la posibilidad de reducir sus tiempos de desplazamiento”, indicó la directora de proyectos y gestión de cambio de la consultora, Marlene Cárdenas.
Trabajadores peruanos y el Home Office
Durante el informe presentado por la consultora Dench, la representante de la compañía, Marlene Cárdenas, comparte algunas recomendaciones que permitan diseñar un modelo híbrido se ajuste más a las necesidades de trabajo de la empresa y el trabajador.
Destaca que se debe establecer los días que el colaborador debe ir a la oficina, es decir, determinar si estos son fijos o rotativos. Luego, se debe plantear posiciones que pueden aplicar esta modalidad: Según la naturaleza del rol y las funciones no todos podrán aplicar a esta nueva modalidad de trabajo, por ejemplo, la fuerza de ventas y/o área comercial, pueden no aplicar.
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Como tercera recomendación, Cárdenas insta a determinar con claridad en los objetivos y en los espacios de seguimiento. Aquí, los equipos deben entender qué se espera de ellos para evitar el micromanagement, y asegurar continuidad de funciones y resultados al cliente.
