La NASA y Google han iniciado pruebas conjuntas de un asistente médico digital basado en inteligencia artificial (IA), diseñado para apoyar a astronautas durante misiones espaciales de larga duración. Este desarrollo tecnológico, aún en fase experimental, busca ofrecer diagnósticos y orientación médica en tiempo real, incluso cuando la comunicación con la Tierra se ve limitada por la distancia.
El proyecto, denominado “Asistente Digital para Oficiales Médicos de la Tripulación”, surge como respuesta a los desafíos que enfrentan las misiones a destinos como Marte o la Luna, donde los retrasos en la comunicación pueden alcanzar hasta 44 minutos. En estos escenarios, cada segundo cuenta, especialmente ante emergencias médicas que requieren atención inmediata.
David Cruley, ingeniero de clientes de Google Cloud Platform, explicó que mientras las misiones en órbita baja cuentan con conectividad constante, los viajes más lejanos presentan latencias significativas que dificultan la asistencia desde la Tierra. Por ello, el asistente médico con IA se convierte en una herramienta clave para garantizar la seguridad de la tripulación.
Aunque las misiones contarán con médicos humanos a bordo, el sistema de IA está diseñado para complementar su labor, ofreciendo apoyo diagnóstico y operativo. En caso de que el médico sea quien presente una afección, el resto de la tripulación podrá recurrir al asistente digital para recibir orientación médica confiable.
Este avance se enmarca en la campaña Artemis de la NASA, que busca establecer una presencia sostenida en la Luna como preparación para futuras misiones tripuladas a Marte. La agencia espacial considera que estos desarrollos no solo impulsarán descubrimientos científicos, sino también nuevas formas de vivir y trabajar fuera del planeta.
Las pruebas iniciales del asistente médico han sido evaluadas por un panel de médicos y astronautas en escenarios simulados. El sistema utiliza procesamiento de lenguaje natural y aprendizaje automático, entrenado con datos de vuelos espaciales, para ofrecer diagnósticos basados en síntomas reportados. Su rendimiento se mide mediante el Examen Clínico Objetivo Estructurado, una herramienta reconocida por los Institutos Nacionales de Salud.
Aunque aún no hay fecha oficial de lanzamiento, Google y la NASA continúan perfeccionando el modelo junto a expertos médicos. Más allá del espacio, el potencial de esta tecnología podría extenderse a zonas remotas en la Tierra, donde el acceso a profesionales de salud es limitado. Según Cruley, las lecciones aprendidas podrían aplicarse para brindar atención médica de calidad en contextos terrestres desatendidos.
Este proyecto representa un paso firme hacia la integración de inteligencia artificial en entornos extremos, con el objetivo de proteger la vida humana y expandir los límites de la exploración espacial.
Esta publicación fue modificada por última vez el agosto 25, 2025 7:29 am