La firma de capital privado 3G Capital anunció la compra de Skechers por US$9.400 millones, en medio de un panorama desafiante para la industria del calzado en Estados Unidos. La transacción, que valora cada acción en US$63, convertirá a Skechers en una empresa privada, con Robert Greenberg permaneciendo como director ejecutivo.
El acuerdo se produce poco después de que Skechers, junto con Nike y Adidas, advirtiera sobre el impacto negativo de los aranceles impuestos por el expresidente Donald Trump. En una carta enviada el 29 de abril, los principales distribuidores de calzado alertaron que las tarifas del 10% sobre la mayoría de los socios comerciales de EE. UU. representarían una “amenaza existencial” para el sector, afectando precios y poniendo en riesgo miles de empleos.
A pesar de estas preocupaciones, fuentes cercanas al acuerdo afirman que los aranceles no fueron determinantes en la venta de Skechers, ya que 3G Capital había mostrado interés en la adquisición durante varios años.
Skechers, la tercera empresa de calzado en ventas, depende en gran medida de su producción en Vietnam y China, países afectados por aranceles del 46% y 145%, respectivamente. En abril, la compañía retiró sus previsiones anuales debido a la incertidumbre económica, y su director financiero comparó el impacto de los aranceles con la pandemia.
El sector enfrenta una creciente presión por el alza de costos. Según la Asociación Estadounidense de Ropa y Calzado, 97% de los productos comercializados en EE. UU. son importados, lo que los hace vulnerables a estos impuestos.
Con la adquisición de Skechers, 3G Capital apuesta por su crecimiento a largo plazo, mientras la industria sigue evaluando estrategias para mitigar el impacto de las políticas comerciales en el mercado global.