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El comercio minorista se redefine: Las tendencias clave que marcan el 2025

El sector minorista de comestibles se enfrenta a un panorama cada vez más complejo en 2025. Lejos de haber recuperado la estabilidad de antes de la pandemia, los comerciantes lidian con un consumidor agotado por la inflación, la amenaza de nuevas guerras comerciales y una competencia feroz. Las viejas fórmulas ya no sirven: los supermercados tradicionales se ven obligados a reinventarse o a quedarse atrás.

Lea también: Redes de medios minoristas enfrentan el desafío de reinventarse con contenido auténtico

A pesar de los desafíos, el mercado sigue en crecimiento. Las ventas en línea se consolidan, aunque la rentabilidad sigue siendo un dolor de cabeza. Ante esta realidad, los líderes del sector se centran en cinco tendencias clave para garantizar su futuro, priorizando la agilidad y la innovación.

1. Frescura: el valor que marca la diferencia

El consumidor moderno valora lo fresco por encima de todo. Nueve de cada diez personas afirman que los alimentos frescos, como frutas, verduras y carnes, los hacen felices. Para los minoristas, este es un punto fuerte que deben potenciar.

Para cumplir con esta demanda, no basta solo con tener productos de calidad; la clave está en la eficiencia. Los minoristas están invirtiendo en tecnologías como la inteligencia artificial y el análisis predictivo para optimizar sus cadenas de suministro y asegurar la frescura de los alimentos. Esto no solo mejora la experiencia del cliente, sino que también ayuda a reducir el enorme desperdicio de comida.

2. La era omnicanal

La pandemia aceleró un cambio que llegó para quedarse: las compras de comestibles en línea. Hoy, un consumidor espera poder comprar y recibir sus productos de manera fácil y rápida. Las ventas en este canal siguen creciendo, pero el desafío para los comerciantes es hacerlo rentable, pues la logística es costosa y requiere más mano de obra.

Grandes jugadores como Walmart han liderado la carrera con una infraestructura de primer nivel, mientras que otros están replanteando sus modelos, apostando por la experiencia en tienda física o ajustando sus precios para el canal digital. La respuesta, sin duda, está en la integración de todos los canales de venta, con sistemas que permitan gestionar los pedidos y el inventario de manera inteligente.

3. Marcas propias: del ahorro a la calidad

Ante la persistente inflación, los consumidores buscan alternativas más económicas sin sacrificar la calidad. Aquí es donde las marcas blancas o privadas han ganado un terreno enorme, pasando de ser una opción de bajo costo a convertirse en productos de culto.

Más del 90% de los minoristas planean aumentar sus inversiones en este segmento, que no solo mejora los márgenes de ganancia, sino que también crea una conexión emocional con el cliente. La lealtad se construye a través de la percepción de valor y calidad que estas marcas ofrecen. Kroger, con su línea Our Brands, es un claro ejemplo, generando ingresos multimillonarios y una base de clientes fiel.

4. Experiencia en tienda: la comodidad es el rey

Si bien las compras en línea son una realidad, el valor de la tienda física sigue vigente. La clave es hacer la experiencia lo más agradable y eficiente posible. El principal dolor de cabeza de los clientes son las largas filas en las cajas. Por eso, los minoristas están probando soluciones de automatización y autopago, aunque con resultados mixtos.

Más allá de la tecnología, hay otras formas de mejorar la experiencia: rediseñar las tiendas para facilitar el flujo de compra, organizar eventos como catas de comida o clases de cocina, y asegurar que haya personal disponible para atender a los clientes. Estos pequeños detalles marcan la diferencia y fomentan la lealtad.

5. Salud y bienestar: la nueva prioridad

La salud se convirtió en una prioridad fundamental para los consumidores. Un 72% de los compradores se consideran conscientes de la salud, buscando opciones orgánicas, locales y con menos azúcares o grasas. Los minoristas han respondido ampliando su oferta de productos sanos y apoyando a los productores locales.

Para capitalizar esta tendencia, los comerciantes pueden ir más allá de la simple venta de productos. Ofrecer recetas, clases de cocina saludable y herramientas de planificación de comidas son maneras efectivas de conectar con este nuevo consumidor y convertirse en un aliado en su camino hacia un estilo de vida más sano.

Los minoristas están demostrando resiliencia al adaptarse a estos cambios, pero la incertidumbre económica no da tregua. La agilidad será la clave para navegar en este mar revuelto. Las tecnologías en la nube, la automatización y la inteligencia artificial serán las herramientas que les permitirán responder de manera rápida y efectiva a cualquier sorpresa que depare el mercado.

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Bethania García Briceño
Bethania García Briceño
Licenciada en Comunicación Social, especializada en el área de Comunicaciones Corporativas y Periodismo. Además, un diplomado de Libertad Expresión auspiciado por la UCAB y la SIP. Cinco años en el periodismo y cuatro en marketing digital.

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