La gestión de robots está dejando de ser una función técnica especializada para convertirse en una responsabilidad operativa clave dentro de la cadena de suministro. Según un estudio reciente de Gartner Inc., para finales de esta década, uno de cada 20 gerentes logísticos será responsable de supervisar flotas de robots en lugar de equipos humanos.
Este cambio refleja una acelerada adopción de tecnologías autónomas en almacenes y centros de distribución, impulsada por la escasez de mano de obra, la presión por reducir costos y la necesidad de mayor eficiencia. Gartner también proyecta que el 80% de las personas interactuará diariamente con robots inteligentes para 2030, tanto en entornos industriales como de consumo.
“La gestión de robots plantea desafíos distintos a los de la supervisión de personas”, explicó Abdil Tunca, analista principal sénior de Gartner. “Los gerentes deberán entender las capacidades, limitaciones y dinámicas de interacción de flotas polifuncionales que operan en espacios físicos complejos.”
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En sus primeras etapas, los programas de robótica suelen estar a cargo de personal técnico en áreas limitadas. Sin embargo, a medida que las empresas expanden los casos de uso —desde el transporte de palets hasta la colaboración con operarios humanos—, la supervisión de robots se convierte en una función transversal que exige coordinación operativa, integración de sistemas y monitoreo de seguridad.
A diferencia de los modelos tradicionales centrados en el capital humano, las organizaciones aún carecen de marcos consolidados para gestionar flotas mixtas de robots. Esto incluye desafíos como la interoperabilidad entre diferentes modelos, la asignación de tareas según niveles de autonomía y la respuesta ante fallos o interrupciones.
Tunca advierte que muchas estructuras organizativas actuales no están preparadas para esta transición. “Los CSCO deben rediseñar sus equipos y procesos para incorporar la gestión de robots como una función estratégica, no solo técnica.”
Implicaciones para América Latina
En América Latina, donde la automatización logística avanza de forma desigual, esta transformación representa tanto una oportunidad como un reto. La adopción de robótica en centros de distribución y operaciones de última milla podría mejorar la eficiencia en mercados con alta informalidad laboral y limitaciones de infraestructura. Sin embargo, también exige inversión en capacitación, rediseño organizacional y adaptación tecnológica.
Al igual que ocurrió con el auge de las tecnologías de la información en los años 2000, la integración de robots podría redefinir el liderazgo operativo en la industria logística. El rol de “gerente de robots” podría convertirse en una función estándar, con impacto directo en la productividad, la seguridad y la competitividad de las empresas.