Brasil ha emergido como uno de los líderes mundiales en comercio digital móvil, superando incluso a economías tradicionales como Estados Unidos y Reino Unido. Según el Índice Global de Compras Digitales 2025, elaborado por PYMNTS Intelligence para Visa Acceptance Solutions, el 61 % de los consumidores brasileños realizaron su última compra utilizando un teléfono móvil, ya fuera en línea o en tiendas físicas. Esta cifra refleja un aumento del 10 % desde 2022, consolidando a Brasil entre los cuatro países más activos del mundo en esta modalidad de consumo.
No obstante, el auge del comercio móvil convive con un escollo persistente: la fricción en los procesos de pago. El 99 % de los compradores brasileños enfrentaron algún tipo de dificultad en su última experiencia de compra, siendo los errores en el procesamiento (67 %) y los pagos rechazados (63 %) los principales responsables. En contraste, solo el 1,5 % vivió una compra sin contratiempos, frente al promedio global del 61 %. Esta situación representa un serio reto para los comerciantes locales que buscan capitalizar el potencial del mercado móvil.
Una de las principales causas de esta fricción es la alta dependencia del ingreso manual de datos de pago. En su última compra en línea, el 32 % de los brasileños introdujo manualmente información como números de tarjeta, cifra muy por encima del promedio mundial del 21 %. Este proceso, además de ser más lento, está asociado con errores frecuentes que impactan directamente en la experiencia del usuario y en las tasas de conversión.
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Adicionalmente, Brasil exhibe una baja adopción de credenciales de pago almacenadas: solo el 33 % las utilizó en su última compra digital, en comparación con el promedio global del 54 %. La principal razón detrás de esta reticencia es la preocupación por la seguridad y la privacidad de los datos (60 %), seguida por la falta de confianza en los comercios (30 %) y el temor a cargos recurrentes inesperados (26 %).
Ante este escenario, más de un tercio de los comerciantes brasileños expresan gran preocupación por la capacidad de sus sistemas actuales para adaptarse a futuras demandas. Siete de cada diez consideran necesario implementar mejoras, especialmente en tecnologías que reduzcan el ingreso manual y refuercen la confianza del consumidor.
La solución parece clara: invertir en plataformas seguras, con opciones atractivas de almacenamiento de credenciales y comunicaciones transparentes sobre el uso de datos personales. Asociarse con bancos o proveedores especializados puede acelerar este proceso, mejorando la experiencia del cliente y aumentando las tasas de conversión.
Brasil está bien posicionado para seguir liderando el comercio móvil. Pero para mantener ese liderazgo, es fundamental eliminar los obstáculos invisibles que frenan el crecimiento: la fricción en los pagos no debe ser el talón de Aquiles de la transformación digital.