El crecimiento acelerado del ecommerce de alimentos en el Perú está transformando la forma de gestionar los productos frescos y perecibles. Con temperaturas cada vez más extremas y consumidores que exigen entregas rápidas y de alta calidad, la cadena de frío se convirtió en un punto crítico para el éxito de cualquier operación digital.
Para entender esta evolución en el sector, Claudio Biscola, Sales Leader para Latinoamérica Cono Sur en Thermo King, analiza los principales retos y tendencias tecnológicas que están definiendo la nueva logística alimentaria en el Perú y la región.
Verano, ecommerce y más puntos de ruptura
Históricamente, las pérdidas de alimentos en el transporte en Perú han estado asociadas a fallas en el aislamiento, variaciones térmicas y malas prácticas de carga. Sin embargo, el boom del ecommerce introdujo retos adicionales: más microalmacenes, más entregas cortas y más aperturas de puertas durante el reparto.
Según Biscola, estas dinámicas elevaron el riesgo de desviaciones térmicas, especialmente en la última milla, donde se concentra entre el 40% y 50% de las incidencias registradas en operaciones urbanas de la región. En verano, el panorama se agrava. En la costa peruana, las temperaturas superiores a 30°C presionan equipos que muchas veces no están calibrados para operar en picos de calor tan intensos.
Consideremos que, con un buen mantenimiento, una cámara de frío tiene una vida útil de 10 a 15 años. Lamentablemente, es usual encontrar unidades de transporte que utilizan cámaras de más de 20 años en nuestro país.
Brechas críticas en la logística peruana
Con climas tan diversos, las brechas en la cadena de frío no solo son técnicas, sino también geográficas y operativas. Entre las más frecuentes destacan:
- Procesos desalineados en carga, descarga y cross-docking.
- Unidades refrigeradas poco adecuadas para el tipo de producto o la temperatura exterior.
- Infraestructura desigual entre Lima y regiones con climas más extremos.
- Escaso monitoreo en trayectos cortos, donde se suele subestimar la importancia del control térmico.
Para muchos comercios y operadores que recién están adoptando refrigeración o telemetría, los obstáculos también incluyen la percepción de alto costo y la falta de capacitación técnica. Biscola afirma que los pilotos y la estandarización son claves para acelerar la adopción.
La integración entre ecommerce y telemetría
Hoy la tecnología permite conectar datos del transporte refrigerado directamente con las plataformas de ecommerce. Esto abre la puerta a una experiencia radicalmente distinta para el cliente final: seguimiento térmico del pedido, alertas en tiempo real y garantías de entrega dentro del rango óptimo.
La integración suele realizarse vía APIs, lo que permite a retailers, operadores logísticos y marketplaces acceder a la misma información. Para Biscola, esto no solo reduce reclamos, sino que permite tomar decisiones operativas basadas en métricas térmicas y no únicamente en geolocalización.

Claudio Biscola, Sales Leader para Latinoamérica Cono Sur en Thermo King
Refrigeración inteligente: lo último en tecnología para reducir pérdidas
La innovación en control térmico avanzó mucho más allá de los termógrafos tradicionales. Entre las tecnologías que ya se están implementando en la región destacan:
- Unidades de refrigeración inteligente, capaces de ajustar la potencia según las condiciones externas.
- Sensores IoT en puntos estratégicos del vehículo.
- Telemetría avanzada que monitorea temperatura, humedad, ubicación y estado del motor en tiempo real.
- Sistemas eléctricos e híbridos para entornos urbanos, que reducen ruido y emisiones.
- Algoritmos predictivos, que anticipan patrones de fallo antes de que afecten la carga.
Estas herramientas no solo evitan mermas, sino que permiten que categorías sensibles (pescados, lácteos frescos, berries o flores) se comercialicen online con mayor confianza.
Casos regionales: menos mermas y más trazabilidad
En países de la región, los resultados son contundentes. “En Chile, México y Colombia hemos visto reducciones de más del 40% en desviaciones térmicas después de implementar telemetría avanzada”, afirma Biscola.
Asimismo, se ha registrado una significativa disminución de mermas en frutas y verduras tras migrar a unidades eléctricas en última milla, logrando una reducción de 25% en reclamaciones en operaciones de ecommerce tras aplicar modelos de trazabilidad total.
El alto ejecutivo de Thermo King asegura que estos avances son completamente replicables en el mercado peruano, incluso con sus retos climáticos y de infraestructura.
Sostenibilidad: reducir desperdicio genera más impacto que cualquier equipo eléctrico
Uno de los puntos más relevantes es el impacto ambiental. Globalmente, entre el 8% y el 10% de las emisiones provienen de alimentos que nunca se consumen según Acción por el Clima de la ONU. Reducir pérdidas, por lo tanto, tiene un peso climático mayor que muchos cambios operativos.
Si bien la refrigeración avanzada consume energía, su efecto positivo es mucho mayor: “Cada tonelada de alimento que no se pierde es una tonelada que no termina emitiendo gases innecesariamente. La tecnología es parte de la solución, no del problema”, apunta Biscola. Cuando se combina con equipos eléctricos o más eficientes, el beneficio ambiental es aún más significativo.
El futuro de la refrigeración: datos, electricidad y predicción
El sector está entrando en una etapa donde la automatización y la inteligencia artificial serán protagonistas. Biscola identifica tres tendencias clave para los próximos tres a cinco años:
- Refrigeración 100% eléctrica, tanto para transporte mediano como última milla.
- Modelos predictivos basados en IA, que ajustan parámetros según clima, congestión y tipo de producto.
- Interoperabilidad total de datos, con información térmica compartida entre todos los actores de la cadena.
Esto permitirá cadenas de frío más autónomas, silenciosas, limpias e inteligentes.
Recomendaciones rumbo al verano 2026
Con un verano que será especialmente exigente, Biscola ofrece una hoja de ruta práctica para que retailers, marcas y operadores minimicen pérdidas:
- Mapear los puntos críticos de ruptura antes de la campaña alta.
- Asegurar calibración y mantenimiento preventivo.
- Incorporar sensores y telemetría -aunque sea por etapas- para actuar antes del daño.
- Usar vehículos realmente preparados para altas temperaturas.
- Estandarizar procesos de carga, apertura de puertas y limpieza.
- Fomentar colaboración y protocolos unificados entre todos los actores logísticos.
“Quienes logren anticiparse con tecnología y buenas prácticas tendrán la ventaja competitiva”, concluye.





