El comercio electrónico ha irrumpido en nuestras vidas como una fuerza imparable, transformando la manera en que compramos y vendemos. Millones de personas en todo el mundo, y Colombia no es la excepción, se han subido a la ola digital, encontrando en un clic la comodidad y la inmediatez. Sin embargo, detrás de la aparente sencillez de una compra en línea, se esconde una realidad operativa compleja y, a menudo, subestimada: las devoluciones. Lejos de ser un mero trámite, la logística inversa se erige como un desafío crucial y una oportunidad estratégica para las empresas en la era digital.
Las cifras son elocuentes: según SalesCycle, uno de cada cinco productos adquiridos en línea es devuelto. Lo que para el consumidor es un acto sencillo, para la empresa representa un entramado logístico y financiero considerable. ¿Qué sucede realmente con ese paquete que usted devuelve? La respuesta nos sumerge en el intrincado universo de la logística inversa.
La logística inversa no es simplemente recibir un paquete de vuelta. Es una disciplina multifacética que abarca la planificación, implementación y control eficiente del flujo de productos desde el punto de consumo hasta el punto de origen. Su objetivo es claro: recuperar valor o garantizar una disposición adecuada. Su influencia es vasta, impactando desde el cumplimiento legal (como el derecho de retracto en Colombia) hasta la satisfacción del cliente, la reducción de costos operativos y, fundamentalmente, la reputación de la marca.
Detrás del aparentemente simple acto de “devolver, empacar y enviar”, se esconde un proceso que demanda recursos considerables para las empresas. Esto implica la compleja reintroducción de los productos al sistema logístico, una minuciosa revisión de su estado (posibles daños, defectos o signos de uso), su reacondicionamiento (reparación, limpieza, reempaque) para su posible reventa o reutilización, su almacenamiento temporal o permanente, o, en el peor de los casos, su desecho responsable.
Cada una de estas etapas añade costos ocultos que, si no son gestionados con eficiencia, pueden minar la rentabilidad y la sostenibilidad del negocio. Para muchas empresas de e-commerce, una deficiente gestión de la logística inversa puede ser la línea delgada entre el éxito y el fracaso.
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Frente a la complejidad y los costos asociados a las devoluciones, la buena noticia es que la tecnología emerge como un aliado indispensable.
“La tecnología actual permite que las devoluciones puedan tener un control de la trazabilidad, a través de herramientas eficientes, como un Sistema de Gestión de Transporte (TMS)”, señaló Juan Ángel, Country Manager de Drivin en Colombia, empresa líder en optimización logística, lo explica con claridad.
Un TMS es un software especializado que facilita la planificación logística, desde la optimización de rutas hasta la asignación de recursos.
Ángel detalla cómo soluciones como el TMS de Drivin transforman la gestión de devoluciones: “Drivin permite tener un seguimiento continuo de Pick up & Delivery (recolección y entrega) de las devoluciones, permitiendo adecuar los recursos de transporte para ejecutar en un mismo tiempo logístico la planificación de una entrega y recolección, reduciendo el impacto ambiental y los costos”. Este concepto de “logística dual” o “entregas y recolecciones simultáneas” es clave para maximizar la eficiencia de la flota y minimizar la huella de carbono.