La economía del creador, conocida como “creator economy”, como su nombre lo indica, permite a las personas crear, distribuir sus creaciones y ganar dinero con esas creaciones en diversos mercados, haciendo uso de las herramientas digitales.
En los últimos años, este sector económico generó ganancias a escala global por un monto de 20.000 millones de dólares. Sin embargo, desde la llegada de la pandemia del COVID-19, la economía del creador aceleró enormemente y se estima que para finales de este año podría facturar unos 104.2 mil millones de dólares.
De esta manera, el crecimiento exponencial de esta economía se debe a que, durante el tiempo fuerte del confinamiento contra la pandemia del coronavirus, muchos creadores de contenido se enfocaron a construir una marca personal sólida.
Además, estos creadores de contenido aprovecharon al máximo las herramientas digitales y entendieron la importancia de las redes sociales como un medio y no como un fin, donde tuvieron que enfrentarse a los mismos retos que una pyme.
Así, las personas que se dedicaron a este sector se vieron obligadas a aumentar el nivel de su contenido, productos y comunidad a una nueva escala de negocios, en la que solo lograban sobresalir quienes tenían una visión más emprendedora.
Economía del creador y el impulso a los “influpreneurs”
El término de “influpreneurs” nace de la unión de las palabras influencer de social media y emprendedor. A escala global, los influpreneurs más destacados son: Charli D’Amelio, Chiara Ferragni, Gary Vee, Huda Kattan, James Charles, entre otros. Dentro del mundo latino se destacan Calle y Poché, Luisito Comunica, Plática Polinesia, Sascha Fitness e Issa Vasquez, por nombrar algunos.
Según expertos y analistas, el secreto que estas personas entendieron para crear marcas sólidas viene de la construcción que va mucho más allá del influencer marketing, una industria que este año alcanza un valor de más de 15.000 millones de dólares en el mundo. Aquí, monetizan su influencia con otras marcas y a pesar de que ha sido un pilar fuerte de monetización, no se han quedado allí.
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En tal sentido, estos influencers se preocuparon por desarrollar su talento, mostrándose en otras esferas como creadores de contenido, presentando formatos de podcast, participando en series o películas, entre otros.
No obstante, lo más importante es que lograron crear productos y servicios hechos a la medida de las necesidades de su comunidad, lo que les dio una ventaja competitiva sobre cualquier marca que lidere bajo cualquier categoría, ya sea belleza, moda, viajes, negocios u otras.
